miércoles, 6 de mayo de 2009

De influenza y cosas peores.


Los que vivimos en la Ciudad de México hemos experimentado una situación que pasó de la alerta, al pánico, y finalmente a la relativa tranquilidad, debido al reciente brote de una nueva variedad del virus de la influenza.
Desde el lunes 27 de mayo, se tuvo información de que el virus estaba fuera de control. Yo recibí en el trabajo instrucciones de enviar al servicio médico a cualquier persona que estornudara, tosiera, o se tallara los ojos (y envié a dos personas, que resultaron con resfriado común). Al día siguiente, nos pidieron que todos, salvo el personal "estratégico" se fueran a sus casas, e hicimos un rol de guardias para la oficina. El jueves 30 se decretó cierre de la mayoría de las actividades económicas, que terminó hasta el día de ayer, 5 de mayo. Hoy en la oficina no tenemos aun a mujeres embarazadas, madres en período de lactancia y madres de hijos que asistan regularmente a la guardería (que siguen cerradas).
Mary Tere está recibiendo terapia en casa por aprte de su Mamá, pero ya queremos llevarla a su terapia y centro de día, al que sólo pudo ir por primera vez el martes 19 de mayo.
Ahora parece que las medidas para evitar el contagio fueron superiores a lo que realmente implica la epidemia, y han sido criticadas pues generaron una pérdida económica considerable. Sin embargo yo estoy de acuerdo con las medidas que se tomaron, pues procuro estar del lado de la prudencia. Vale más la salud que el dinero.
Los niños con West por regla general reaccionan de forma más adversa a las infecciones (no olvidar que el sistema inmunológico puede tener relación con el síndrome de West, y que algunos antiepilépticos también pueden afectar), por lo que tomamos precauciones adicionales, y prácticamente nos encerramos en casa, usamos cubrebocas, desinfectamos todo con toallitas de cloro, nos lavamos las manos todo el día, y evitamos enfriamientos.
También tomamos otras precauciones: Compramos por adelantado por un mes los medicamentos de Mary Tere, pues suelen escasear aun en tiempo normales, y decidimos que en lo sucesivo, siempre tendremos una reserva. También compramos alimentos en general y para Mary Tere, para evitar las visitas al supermercado, y como una medida de prevención en caso de que todo empeorara. Gracias a Dios, la situación no empeoró, y los alimentos comprados no se echan a perder.
No nos deja de sorprender como las crisis sacan lo mejor, pero también lo peor, de las personas. Al igual que sucede en el caso de las personas con discapacidad, que son discriminadas por ignorancia, ahora aparecen noticias de maltrato a mexicanos en todo el mundo, sin saber si estaban o no contagiados, por el simple hecho de ser mexicanos, como si los virus tuvieran nacionalidad. En fin.
Saludos a todos.
Papá de Mary Tere.

1 comentario:

  1. Un poco tarde pero felicidades a la mamá de Mary Tere!!! :D Les mando un fuerte abrazo a los 3!! Me encanta el blog!!
    :D
    Atte. La Padrina. jajaja

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